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Presentación

¿Por qué estudiar español?

El español es una lengua mundial: es la tercera lengua más hablada del mundo, idioma oficial en la ONU y la Unión Europea y de 21 naciones, además de estar presente de manera significativa y creciente en Estados Unidos (tercer país del mundo en hispanohablantes). En el mundo hay algo más de cuatrocientos cincuenta millones de hablantes de español como lengua materna y otros varios millones como segunda lengua. A todo esto se une la presencia cada vez mayor en Internet, el cine, la música y la cultura. En suma, es necesario conocer la lengua y la cultura hispánicas para prosperar en un mundo global que tiene una de sus puertas de acceso en el español: es una lengua esencial para la diplomacia, las relaciones internacionales o cualquier tipo de iniciativa comercial.

Además, culturalmente la realidad hispánica es interesante pues ha sido siempre multicultural y multilingüística: en España, el español se ha desarrollado en contacto con lenguas como el gallego, el vasco o el catalán; en América presenta espacios comunes con el aimara, el quechua, el mapuche, el guaraní o el náhuatl.

Como lengua milenaria, el español tiene una brillante literatura que ha producido obras maestras de la cultura universal, como el teatro del Siglo de Oro, el Quijote o la narrativa latinoamericana contemporánea. Esta literatura es un modo único de conocer la rica herencia cultural de los países hispánicos y el modo de pensar y de organizar la realidad de los hispanohablantes.

En resumen, estudiar español supone aprender una de las lenguas más habladas en el mundo y permite introducirse en el polifacético y apasionante mundo hispánico.

Presentación histórica del instituto

El primer docente de español de la Universidad de Neuchâtel fue Tomás Bertrán, de origen español. En 1906 fue nombrado privat-docent, dando cursos de lengua española y de literatura general hasta 1943. Al final de su periplo en la Universidad, en 1936 y 1943, impartió cursos de correspondencia comercial en la Facultad de Ciencias Económicas.

Le sucedió en el cargo otro español, Lucien Sancho y Aguilar, licenciado en Ciencias económicas por la Universidad de Neuchâtel (1931), como privat-docent primero (de 1943 a 1946) y encargado de curso después (1946-1963). Con él, la literatura –especialmente la del Siglo de Oro– va a ocupar un puesto más importante. Sin embargo, habrá que esperar el nombramiento de Jean-Paul Borel para que el español adquiera cartas de nobleza en la Facultad.

El Prof. Jean-Paul Borel es nombrado catedrático de Lengua y Literatura españolas, cargo que desempeña hasta 1990. La literatura hispanoamericana adquiere una posición central en su enseñanza e investigación, aunque también se ocupa de la literatura española y muy especialmente de la obra de Antonio Buero Vallejo.

Persona de gran dinamismo, funda la Sociedad Suiza de Estudios Hispánicos en 1969 y colabora activamente en la Asociación Internacional de Hispanistas.

La Sra. Andres se hace cargo de los cursos del Instituto.
El Instituto se enriquece con algunas horas de encargado de curso y medio puesto de lectorado.

La Prof. Mariela de La Torre es nombrada profesora asistente de Lingüística iberorrománica, puesto sufragado por la Confederación Helvética en el marco del convenio BENEFRI.

Se crea la cátedra de  Lingüística Iberorrománica, a cargo del Prof. Juan Pedro Sánchez Méndez.

El Prof. Antonio Sánchez Jiménez asume la cátedra de Literatura Española, enriqueciéndola con Literatura Medieval y, en especial, de los Siglos de Oro.