Los estudiantes del Instituto tienen la oportunidad de perfeccionar su dominio del español con cursos lingüísticos de apoyo, pero además se adentran en el análisis científico de la lengua y la literatura. Nuestro objetivo es dar una formación lo más completa posible y adecuada al nivel del mundo profesional.
Se trata también de ofrecer un estímulo intelectual mediante cursos en que se combina el rigor, la utilidad y el atractivo para el alumno. Así, en las clases se estudia cómo nació y evolucionó el español, cómo se utiliza en la novela latinoamericana contemporánea, cómo se habla la lengua española en las diferentes partes del mundo, en qué consiste el español familiar, cómo la emplearon escritores como Cervantes o García Lorca y cómo ha sido la historia cultural del mundo hispánico desde los romanos y civilizaciones precolombinas hasta nuestros días.
Al final de mis estudios, habré:
Los estudios en español orientan a dos mundos laborales: la enseñanza (secundaria y universitaria) y una amplia gama de actividades en empresas públicas y privadas.
En cuanto a la enseñanza, los alumnos podrán continuar sus estudios en la HEP para dar clases en la escuela secundaria, o bien obtener su doctorado para estar cualificados para impartir docencia en la universidad. En el Instituto de Lenguas y Literaturas Hispánicas tenemos el cometido de asegurar que el nivel de español es de calidad y se corresponde con el adecuado y exigido por la HEP.
En lo referente a otras opciones, las posibilidades son muy amplias: los conocimientos en hispanística y en español son muy apreciados en periodismo, publicidad, bibliotecas, archivos, traducción literaria y técnica, industria del libro o mass media. Hay otras empresas y sectores donde el español es muy útil: diplomacia, bancos, turismo, hostelería, relaciones públicas, empresa de las nuevas tecnologías (Internet), interpretación, gestión de empresas comercial y cultural, organizaciones internacionales (Cruz Roja u otras), administración pública y privada… El español es una de las seis lenguas oficiales de las Naciones Unidas (en Nueva York y Ginebra) y es también una de las principales lenguas de trabajo del Parlamento Europeo.